NOTA BODY CARE ACADEMY by Verónica Bianco La piel que incomoda Entre poros y prejuicios: resignificando el acné. La piel habla. No solo con poros y pigmentos, sino con historias, emociones y prejuicios culturales. las glándulas sebáceas, que producen una cantidad excesiva de sebo. Este fenómeno está fuertemente influenciado por factores hormonales, especialmente los andrógenos, que estimulan los receptores en los sebocitos y queratinocitos foliculares. Esta sobreproducción sebácea no solo genera brillo y poros dilatados, sino que también altera la composición del sebo, haciéndolo más denso, comedogénico e inflamatorio. La piel grasa y el acné suelen tratarse como problemas meramente estéticos o de la adolescencia. Sin embargo, su impacto trasciende lo superficial: afectan la autoimagen, la salud emocional y la manera en que las personas se relacionan con su cuerpo y con los demás. RELACIÓN ENTRE PIEL GRASA, GLÁNDULA SEBÁCEA Y ACNÉ La piel grasa se caracteriza por una hiperactividad de Cuando este sebo espeso se acumula en el folículo pilosebáceo, se combina con células muertas y forma un tapón que obstruye el poro. Este ambiente anaerobio favorece la proliferación de Cutibacterium acnes, una bacteria que activa la respuesta inmunitaria innata e inicia un proceso inflamatorio crónico. Así, el acné no es solo una consecuencia de la piel grasa, sino una manifestación inflamatoria crónica que se origina en la disfunción de la unidad pilosebácea. Su carácter crónico e inflamatorio se debe a una interacción compleja entre factores biológicos, hormonales, inmunológicos y ambientales. 14
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