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CARTHAGE EL FRIO Y LA BARRERA CUTÁNEA. La barrera cutánea es la base de un buen cuidado facial. Se conforma por las capas superiores de la piel, que actúan protegiendo a aquellas más profundas, como es la epidermis. Combate cualquier alérgeno o activo irritante que pretenda introducirse en nuestra tez, así como mantiene la hidratación para evitar la pérdida de agua transepidérmica, factor fundamental para conseguir un cutis saludable, joven y luminoso. Con el frío, la piel se deshidrata con mayor facilidad y hace que nuestra barrera cutánea sea deficiente. Una barrera cutánea dañada puede experimentar una pérdida de agua y nutrientes que pueden desequilibrar su equilibrio de humedad. Cuando se interrumpe este equilibrio, la piel puede perder su flexibilidad, verse opaca o desigual, sentirse tirante o incómoda, e incluso puede experimentar sequedad, enrojecimiento o imperfecciones. Estos son algunos ingredientes activos para reforzar la barrera cutánea y proteger la piel de las agresiones de agentes externos. CB2-Skin™: Fitocannabinoide único y patentado, activador del receptor 2 (CB2) y una alternativa al controvertido cannabis y sus derivados, como el aceite de cáñamo, pero sin ninguna de las propiedades psicoactivas del THC por lo que no produce euforia ni intoxicación. Este extraordinario activo restablece el equilibrio de la piel combatiendo la inflamación relacionada con la edad (inflamm-aging). Neutraliza los dañinos radicales libres, reduce el estrés oxidativo y promueve la reparación y rejuvenecimiento de la piel disminuyendo las arrugas. Reestructura la barrera cutánea y mantiene la cohesión de las células ralentizando la aparición de los signos de envejecimiento. Sangre de Dragón es un extracto estandarizado de la savia del árbol Croton lechleri cuya particularidad es su intenso color rojo. Posee múltiples propiedades beneficiosas gracias a su alto contenido en Polifenoles (catequinas y proantocianidinas), Taspina y Dimetilcedrusina. Estos compuestos reparan y regeneran la piel para luchar contra los efectos del envejecimiento prematuro. Las proantocianidinas tienen la capacidad única de unir las fibras de colágeno reconstituyendo sus entrelazamientos y revirtiendo el daño sufrido por el ataque de radicales libres otorgándole a la piel mayor firmeza y elasticidad. Mejora la función barrera actuando como una “segunda piel” formando una película protectora contra el daño ambiental. MAGAZINE PROFESIONAL ESTETICA Y SPA 14

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