OMNIA LA IMPORTANCIA DE HIDRATAR NUESTRA PIEL La hidratación es esencial para que la piel actúe correctamente frente a agentes externos (alérgenos, microbios, etc.) y ayudándonos a regular la temperatura. La pérdida de agua puede ser ocasionada por diferentes factores tanto externos (clima, exposición al sol, exposición a productos químicos, polución, etc.), como internos, genética, hormonales (menopausia, embarazos), mala alimentación, etc. a menudo, picor, escozor y enrojecimiento. La manifestación de esta deshidratación cutánea se denomina xerosis. La deshidratación excesiva puede provocar que la piel se contraiga y se vuelva frágil, e incluso pueden generarse otras afecciones como dermatitis, eccemas, rosácea, etc. Además, la deshidratación genera que los vasos sanguíneos se contraigan. Esto puede provocar hiperpigmentación, especialmente alrededor de los ojos y la nariz, donde la piel es más delgada y los vasos sanguíneos son más visibles. Los cambios cualitativos y/o cuantitativos pueden llevar a un estado de deshidratación. La piel deshidratada se muestra apagada, rugosa, y tirante. También puede presentar falta de flexibilidad y escamas diseminadas por toda su superficie y arrugas finas (estrías de deshidratación), apareciendo El agua es un elemento esencial para la vida, y representa aproximadamente el 65% del peso corporal total de un adulto. La piel es 70% de agua, y casi el 75% se encuentra en el fondo de la dermis. La piel es un reservorio que otros órganos aprovechan, facilitando los intercambios con el entorno exterior: el agua se mueve desde la dermis a la superficie al impregnar las diversas capas por difusión Si esta barrera fisiológica se ve afectada, TEWL (Pérdida de agua transepidérmica) se acelera, y el agua en la dermis ya no circula a la epidermis. La película hidrolipídica deja de funcionar correctamente. 23
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